sábado, 11 de agosto de 2012

Día 16: La sombra de Frank Sinatra


8 de agosto

Hoy, sigue haciendo mucho calor. Aún habiendo entrado anoche en la tienda a las 4 de la madrugada, a las 10 se acabó, no hay quien duerma de calor.
Así que hoy me he dedicado a mis labores. Limpiar la tienda, ventilar el saco, lavar algo de ropa, etc…¡Ah! Y colarme en el otro camping para no hacer cola en el mío.

Anoche, después del concierto de Harry Connick Junior, que bajo mi punto de vista era un Frank Sinatra en malo, pudimos irnos a bailar un rato. Como el concierto acabó antes de la una, tuvimos hasta las dos que cierran todo para irnos a la plaza y bailar con música en vivo. Fuimos todos y bailamos como locos. Somos ya como una gran familia, vamos todos juntos. Había muy buen ambiente, ya era hora de que algún día acabáramos pronto y pudiéramos salir un poco.

Pero enseguida vino la policía y les dijo a los músicos que había que parar, esto no es España, está claro, ¡qué pena!, ¡con el ambiente que había…!

Así que, no nos quedó otra que ir al chalet. Algunos de los nuestros se fueron yendo, y vinieron otros voluntarios con una guitarra. Empezaron a tocar y a cantar, y luego vino uno con un violín, y fue la leche, cogió la guitarra Mathieu y estuvo genial, improvisaron, el uno con el otro, como los buenos.
 Me dieron a probar una bebida nueva, típica de aquí, el “Floc”, vino cocido según me explicaron, estaba bien, más suave que nuestro coctel synergie-passion. Por cierto, por la tarde estuve ayudando a hacer más coctel, pues se había acabado. La gente viene de propio a tomarlo.

En fin, y muchas personas siguen  contándome su vida, sinergistas y no sinergistas, aunque hay historias que por respeto tengo que guardar, pero vamos, que me puedo poner un consultorio no tardando mucho….¡Ja ja! A ratos, esto es divertido, otras interesante, otras…bueno, hay ratos para todo.

Hace un rato he estado con Pauline, otra nueva adquisición de synergie que ha venido con su novio, también synergista. La he llevado a un puesto donde venden unas cintas para ponerse en el pelo, que llevan una especie de alambre dentro y quedan muy elegantes porque terminan en forma de flor.
Yo se la había visto, la cinta, a una voluntaria en el desayuno, así que ni corta ni perezosa me fui a preguntarle, me explicó dónde estaba el puesto y  fui a comprarme una. La verdad es que no me la he puesto mucho.
Al llegar al puesto, el señor, le ha colocado una a Pauline en su cabeza, le quedaba muy bien, estaba “ très jolie”(muy bonita), yo lo digo así porque aquí no se cortan en decírtelo directamente aunque te sonrojes, son muy educados pero directos. Con la cinta, Pauline me recordaba una actriz de película de los años 20, hubiera hecho conjunto con el coche amarillo, que por cierto, hoy ha venido de nuevo.
Cuando hemos vuelto a la base y se lo ha dicho a su novio, ha sido muy romántico, porque él le ha dicho,”tranquila, chèrie, luego vamos y te la regalo” ¡oh!¡qué bonito!.
Claro, yo le había hecho una foto a ella en el puesto y se la ha enseñado a él al llegar, así que él ha caído rendido a sus pies. Yo no he podido aguantarme de hacerle un comentario que me reservo… En verdad, hay detalles que lo son todo,lo que tiene de romántico ésta lengua se traslada a las acciones. Siempre se ha dicho que el francés es la lengua del amor…por excelencia.




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